(Foto: Pablo Martinez Monsivais – AP)
La crisis venezolana ha dejado claro que la administración Trump ha subcontratado su política de Sudamérica al senador estadounidense Marco Rubio. Es una mala idea, incluso para quienes tengan una opinión positiva del senador republicano de la Florida.
Las últimas sanciones de la administración Trump contra 13 funcionarios venezolanos involucrados en violaciones a los derechos humanos y corrupción ilustran el caso. Las sanciones, que incluyen la retirada de visas y la congelación de bienes en Estados Unidos, habían sido sugeridas por Rubio a la Casa Blanca.
Rubio y el senador demócrata Bob Menéndez enviaron una carta a Trump el 25 de julio pidiendo sanciones personalizadas contra 10 funcionarios y ex funcionarios venezolanos. El 26 de julio, poco después de las 6 de la mañana, Rubio anunció en un tuit –antes que la Casa Blanca– que “Hoy será un mal día para 13 colaboradores del esfuerzo de Nicolás Maduro por destruir la democracia en Venezuela”.
Seis horas más tarde, el gobierno de Trump anunciaba las sanciones contra 13 figuras del régimen de Maduro, incluyendo 10 de la lista presentada por Rubio y Menéndez.
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Etiquetas: Marco Rubio, Trump, Venezuela