(Foto: Ramon Espinosa – AP)
La imagen del arribo del crucero turístico de la empresa Carnival a Cuba esta semana –la primera llegada de un crucero de Estados Unidos a la isla en más de 50 años– probablemente pasará a la historia como un símbolo del fracaso de la revolución cubana de 1959.
Puede que muchos jóvenes no lo sepan, pero Fidel Castro y sus compañeros guerrilleros se levantaron en armas contra la dictadura de Fulgencio Batista a fines de la década de 1950 entre otras cosas para erradicar los cruceros de turistas estadounidenses, y los casinos y clubes nocturnos frecuentados por los visitantes. Los revolucionarios cubanos veían todo eso como parte de la enorme corrupción del gobierno de Batista.
Durante décadas, la prensa gubernamental cubana –la única permitida en la isla– había descrito a los cruceros turísticos estadounidenses y los casinos como símbolos de la decadencia de la Cuba prerrevolucionaria. De hecho, los capos de la mafia estadounidense habían desembarcado en La Habana desde los años 1920, cuando la prohibición del alcohol en Estados Unidos los llevó a convertir a Cuba en uno de los centros nocturnos favoritos de los estadounidenses.
“Vienen hoteles flotantes, restaurantes flotantes, teatros flotantes, diversión flotante, visitan los países para dejarles la basura, las latas vacías y los papeles por unos cuantos miserables centavos”, había dicho Fidel Castro todavía en 2005, en una de sus tantas diatribas contra los cruceros.
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Etiquetas: crucero en Cuba, Cuba, EEUU