(Foto: Evan Vucci AP)
Las frecuentes negativas del presidente Trump a criticar las violaciones a los derechos humanos de los autócratas de Rusia, Arabia Saudita, Egipto, y otros países ya presagiaban que no sería un apasionado defensor de los derechos humanos. Pero ahora, lamentablemente, nos encontramos con que su desdén por las libertades universales se está convirtiendo en un principio oficial de la política exterior de Estados Unidos.
En un discurso a los empleados del Departamento de Estado el 3 de mayo, el secretario de Estado Rex Tillerson dijo que si bien la política exterior estadounidense está guiada por valores fundamentales, una dependencia excesiva de los derechos humanos “realmente crea obstáculos a nuestra seguridad nacional e intereses económicos”.
Agregó que “en algunas circunstancias” hay que condicionar los compromisos políticos al respeto a los derechos humanos, pero no siempre.
Así, Tillerson ponía patas para arriba los principios bipartidistas que guiaron la política exterior estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial. Lo que quedó de su discurso fue que Estados Unidos defenderá a partir de ahora los derechos humanos “en algunas circunstancias”.
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Etiquetas: politica internacional, Tillerson, Trump