(Foto: Igo Estrela Getty Images)
El escándalo de corrupción que rodea al presidente brasileño Michel Temer no será el único que va a sacudir a Latinoamérica en las próximas semanas: a partir del 3 de junio, Brasil dará a conocer los nombres de funcionarios de 11 países que recibieron casi $800 millones en sobornos de la empresa Odebrecht en uno de los mayores escándalos de corrupción que se recuerden en la región.
Curiosamente, todo esto podría ser una buena noticia. Si estos escándalos movilizan a la gente a tomar medidas contra la corrupción, podrían convertirse en un punto de inflexión en la historia de la región.
Es cierto que, a corto plazo, los escándalos de la corrupción causan estragos económicos. El mercado bursátil de Brasil cayó más del 10 por ciento el 18 de mayo, tras las noticias sobre una grabación que parece involucrar a Temer en un intento de sobornar a un legislador. Y la agencia crediticia Moody’s dijo hace pocos días que el escándalo de Odebrecht frenará el crecimiento de varios países, debido a que grandes proyectos de infraestructura en varios países han sido suspendido, y muchos posibles inversionistas podrían asustarse ante las próximas revelaciones.
“Puede ser el equivalente a un terremoto de 9 grados”, me dijo José Ugaz, el presidente de Transparencia Internacional, el grupo no gubernamental que lucha contra la corrupcion. “Habrá una avalancha de datos sobre todos estos países”.
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Etiquetas: brasil, corrupción, Temer