(Foto: Ariana Cubillos – AP)
Una entrevista con el líder opositor venezolano Henrique Capriles esta semana me dejó más esperanzado que en los últimos tiempos de que el presidente Nicolás Maduro no sea capaz de mantener indefinidamente su dictadura de facto.
Hasta hace unas semanas, el consenso en círculos diplomáticos era que Maduro estaba entroncado en el poder, y que sería muy dificil restaurar la democracia, por el control de Maduro de prácticamente todas las instituciones, la supresión de casi todos los poderes de la Asamblea Nacional controlada por la oposición, la represion militar y las divisiones en la oposición.
Sin embargo, la oposición ha recuperado su impulso. Una escalada de la presión diplomática internacional contra Maduro y las masivas manifestaciones provocadas por la decisión del régimen venezolano de restringir los últimos poderes que le quedaban a la Asamblea Nacional –que el gobierno tuvo que revertir bajo presión de la calle– han puesto al régimen venezolano a la defensiva. Dos jóvenes ya han muerto en las protestas, y hay cientos de heridos y detenidos.
Capriles, el gobernador del estado de Miranda y un ex candidato presidencial que perdió contra Maduro en una cuestionable elección en 2013, fue inhabilitado la semana pasada para postularse a cargos públicos durante 15 años.
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Etiquetas: Capriles, Maduro, Venezuela