(Foto: Arnulfo Franco – AP)
En momentos en que una nueva ola de refugiados cubanos está inundando América Central y la Florida, nueve países latinoamericanos han pedido al gobierno de Estados Unidos que termine con el estatus migratorio especial para los refugiados cubanos. Y, en parte, tienen razón.
En su carta el 29 de agosto al Secretario de Estado estadounidense John Kerry, los ministros de relaciones exteriores de Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá y Perú expresaron su “profunda preocupación” por la política de “Pies secos, pies mojados” de Estados Unidos para los refugiados cubanos, que según dijeron está creando una crisis de refugiados a nivel regional. Los cancilleres le pidieron a Kerry una reunión para discutir el problema.
Es cierto que algunos de estos países, especialmente Ecuador –que dio a conocer la carta– y Nicaragua, tienen dudosas credenciales democráticas para hablarle a nadie sobre temas políticos o humanitarios.
Pero la carta debe ser tomada en cuenta, porque llega en un momento en que los cubanos están huyendo de la isla en cifras récord. Muchos han perdido la esperanza de que habrá una apertura política en la isla, y otros están huyendo porque temen que Estados Unidos elimine su estatus inmigratorio preferencial para los cubanos después de las elecciones de noviembre.
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Etiquetas: Cuba