(Foto: Natacha Pisarenko – AP)
Según un chiste que circuló en Argentina después de que el presidente Mauricio Macri postuló a su ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, como candidata a Secretaria General de las Naciones Unidas, la Argentina ya tiene al Papa y al mejor jugador de fútbol del mundo, de manera que sólo le faltaba conseguir la jefatura de la ONU.
Pero, a juzgar por lo que me dijo Malcorra en una entrevista, su candidatura a la secretaría general de la ONU es una cosa seria.
La candidatura de Malcorra significa que una mujer latinoamericana altamente calificada y respetada entrará a competir con más de media docena de candidatos al puesto que dejará vacante Ban Ki Moon a fin de año. Pero la candidatura de Malcorra también conlleva cuestionamientos sobre su posible conflicto de intereses en torno de su postura sobre la crisis de Venezuela, porque en buena medida necesitará el apoyo de Venezuela y sus aliados para conseguir el puesto de la ONU (volveremos a esto enseguida).
En este momento, Malcorra no está entre las favoritas para ganar la elección de la ONU, porque –de acuerdo con la práctica de la ONU de otorgar el puesto de secretario general rotativamente a todas la regiones del mundo– ahora le tocaría el turno a Europa del Este. Según fuentes diplomáticas, Malcorra sólo podría estar entre las candidatas favoritas si los países de Europa del Este no llegan a un consenso sobre un candidato de su región.
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Etiquetas: candidata argentina, ONU, Secretaría General de la ONU, Susana Malcorra