(Foto: Michael Dwyer – AP)
Lo primero que dijo el aspirante republicano Donald Trump en su discurso de victoria tras ganar las primarias del 19 de abril en Nueva York fue que, como presidente, no permitiría que Mexico siga “succionando” los empleos de Estados Unidos. Obviamente, pegarle a México le sigue dando buenos resultados electorales.
La gran pregunta es si sus diatribas contra México son parte de una campaña populista bien calculada para apelar a los sentimientos xenófobos de muchos votantes, o si tiene un rencor personal contra México debido a su fallido proyecto de apartamentos de lujo cerca de Tijuana en 2008. Es probable que sean ambas cosas, pero sin duda la segunda lo ha influenciado mucho.
Trump ha colocado a México en el centro de su discurso de campaña desde el primer día. El 16 de junio de 2015, cuando lanzó su campaña presidencial, la noticia con la que llamó la atención mundial fue su afirmación de que la mayoría de los mexicanos son “violadores” y que “traen drogas y crimen”. Desde entonces, Trump no ha dejado de culpar a México por casi todos los males de Estados Unidos.
“Nuestros trabajos son succionados” hacia afuera de Estados Unidos, dijo Trump en su discurso tras la primaria de Nueva York. Agregó que como presidente no dejará “que nuestras empresas vayan a México y todos estos países”.
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Etiquetas: Donald Trump, Elecciones Presidenciales EEUU 2016, México