Los líderes de la vieja izquierda latinoamericana y al menos dos economistas ganadores del Premio Nobel dicen que Grecia puede dejar de pagar su deuda externa — igual que lo hizo Argentina en el 2001 — sin consecuencias apocalípticas. El problema es que Grecia no es Argentina.
Para ser justos, hay dos grupos claramente diferenciados entre quienes están aplaudiendo la decisión del primer ministro griego Alexis Tsipras de rechazar la petición de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional de que implemente reformas estructurales a cambio de un nuevo rescate financiero.
El primer grupo está formado por los líderes de la vieja izquierda latinoamericana, como los presidentes de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina, y el gobierno de Cuba. La mayoría de ellos arruinaron la economía de sus países, y no pueden ser tomados en serio cuando aplauden el voto del “No” de Grecia del 5 de julio contra las medidas de austeridad exigidas por la Unión Europea.
Pero el segundo grupo incluye a los prestigiosos economistas ganadores del premio Nobel Joseph E. Stiglitz y Paul Krugman y otros economistas no ortodoxos, que hacen varios puntos válidos en defensa de la rebelión financiera del gobierno de Grecia. Señalan, por ejemplo, que los líderes europeos comparten la culpa por la actual crisis de Grecia por haberle impuesto paquetes de austeridad no realistas en los últimos años.
Para continuar leyendo sobre este artículo haga click en El Nuevo Herald
No se pierdan el programa “Oppenheimer Presenta”, los domingos a las 9 p.m. en CNN en Español.
Etiquetas: Andres Oppenheimer, argentina, corralito, Grecia