Según un estudio de la Universidad de Oxford, en las próximas dos décadas al menos el 47% de los empleos actuales serán reemplazados por robots y computadoras inteligentes. En diálogo con Pablo Rossi, el periodista y escritor Andrés Oppenheimer habló sobre el desafío de la reconversión del mundo laboral a partir del avance de la tecnología y la automatización. Además, el autor de “¡Sálvese quien pueda!” evaluó las profesiones que mayor riesgo corren, en qué regiones afectará más esta revolución tecnológica y compartió propuestas concretas con miras hacia un futuro inminente que vendrá con la fuerza de un verdadero tsunami.
Pablo Rossi: Estás yendo muy bien con el libro.
Andrés Oppenheimer: “El dato que acabás de dar de 47%, yo empiezo el libro con eso, cuando salió en 2013 un estudio de la Universidad de Oxford que decía que el 47% de nuestros empleos corren el riesgo de desaparecer en los próximos años. Entrevisté a los dos economistas y ahí empieza esta jornada periodística que me llevó a Silicon Valley, a Japón, a Corea del Sur, a Israel y varios países europeos para ver qué va a pasar con nuestros trabajos a raíz de la tecnología. Una de las cosas que más me sorprendió es que esa cifra no es universal, sino para Estados Unidos. Para Argentina y los países emergentes va a ser aún mayor. Para Argentina, el cálculo del Banco Mundial es del 64% de los empleos que van a estar amenazados en los próximos 10 años”.
Pablo Rossi: Pensé que era al revés, que a raíz de nuestro atraso en algunas cuestiones básicas…
Andrés Oppenheimer: “Yo también pensé que a América Latina iba a tardar en llegar todo esto. Al contrario, lo que vi es que según los cálculos de estos mismos economistas y estudios separados del Banco Mundial, en América Latina estamos hablando de un riesgo del 60% al 70% por un motivo muy sencillo: porque los trabajos más rápidamente reemplazables por robots son los trabajos rutinarios y mecánicos. Todos esos trabajos son mucho más fáciles de reemplazar que aquellos mentales. Este es un tsunami de automatización que se viene rapidísimo y nos va a afectar a todos. Estamos yendo a fábricas totalmente robotizadas porque aunque los robots existen desde hace 50 años, en los últimos cinco años ha pasado un fenómeno increíble que ahora se va a acelerar: los robots son cada vez más baratos y cada vez más inteligentes. Hasta hace poco, un robot era un individuo. El tipo estaba programado para atornillar un tornillo en una fábrica automotriz. Hoy en día, el robot que atornilla un tornillo está conectado con un millón de otros robots por la nube, entonces se alimenta del conocimiento y de los avances de cada uno de los otros robots”.
Pablo Rossi: Eso es lo que llaman “la internet de las cosas”, que pronto va a ir avanzando. Las automatizaciones van a estar interconectadas.
Andrés Oppenheimer: “Y eso ya está pasando con los robots. Por un lado, tenés que los robots son cada vez más inteligentes. Por otro lado, son cada vez más baratos. Lo que está ocurriendo es que por el aumento del costo laboral en China, las fábricas chinas en 2010 necesitaban 5.3 años para amortizar el precio en robot de lo que tenía que pagar por un obrero. Hoy eso se ha reducido a un año. Y dentro de un año, se reducirá a 6 o 3 meses. Y el robot no toma vacaciones, no se afilia al sindicato, no llega tarde, trabaja turnos seguidos. Esto no lo para nadie, es un tsunami de automatización”.
Pablo Rossi: ¿Vos te declarás un tecno pesimista en el corto plazo pero un tecno optimista en el largo plazo?
Andrés Oppenheimer: “En el libro, una cosa que hago diferente es tener capítulos específicos para cada profesión. Y lo que me encuentro es que muchos de los empleos no van a desaparecer, sino que se van a transformar radicalmente. Por ejemplo, los maestros. El rol del maestro como impartidor de conocimiento ya se va a acabar. Pero el maestro va a ser necesario que se reinvente como transmisor de valores, principios éticos, motivador y alguien que ayude a los chicos a encontrar su pasión. Y para eso no hay robot. Los robots van a reemplazar casi todo lo que hacen hoy los maestros. Pero los maestros van a seguir existiendo, pero van a hacer algo muy diferente a lo que hacen hoy”.
Pablo Rossi: Es maravilloso e interminable. Has escrito de una forma pedagógica
Andrés Oppenheimer: “Yo no leo libros aburridos. Mucho menos los escribo. Viajo a estos lugares y me gusta contar con mis propias palabras lo que vi. El chiste que me contaron en Silicon Valley es que en las fábricas del futuro va a haber solo dos empleados. Un hombre y un perro. El hombre va a estar para darle de comer al perro. Y el perro va a estar para cuidar que el hombre no toque las máquinas”.
Pablo Rossi: ¿Cómo pensás el desafío para los estados, para la política y para la planificación económica?
Andrés Oppenheimer: “Eso va a producir más riqueza porque el robot es mucho más eficiente que el ser humano. Eso va a producir un abaratamiento de muchos productos porque va a haber más productividad. Pero al mismo tiempo va a generar más desempleo y más inequidad. Entonces el rol del estado va a ser balancear esas dos cosas. Y crear un nuevo tipo de concepto de propósito de la vida”.
Pablo Rossi: Me hacés acordar a un libro de un filósofo surcoreano que plantea la sociedad del cansancio. Él plantea la posición de la autoexplotación, que el ser humano ha pasado ya la figura del obrero industrial. Ahora ya no dependemos del capitalista que nos hace esclavos. En la sociedad del rendimiento vamos a proceder a la autoexplotación porque es la autocompetencia con un mundo que en realidad, si se canaliza en forma optimista, llegaríamos a tener un mundo en donde la autoexplotación desaparezca porque todos tenemos acceso a servicios y también a remuneración por esa inactividad.
Andrés Oppenheimer: “Yo soy un tecno optimista a largo plazo. Tengo mucho miedo sobre el corto plazo porque la transición va a ser terriblemente traumática. Por eso en el libro doy propuestas concretas sobre qué hacer. Tenemos que prepararnos como personas y como países. Tenemos que reinventarnos. Cuento cuáles son los trabajos del futuro y hacia qué tenemos que encaminarnos para salvarnos a nivel personal y a nivel nacional. Estos ejemplos no son de Estados Unidos solamente, esto ya está acá”.
Pablo Rossi: ¿Cómo imaginás la educación? En algún punto planteaste que de la universidad vamos a entrar y salir permanentemente.
Andrés Oppenheimer: “Hablo mucho de la escuela primaria y de la escuela secundaria. Y en la parte de la universidad entrevisté a Rafael Reif, presidente del MIT, y él me decía que la universidad va a ser como la suscripción de una revista. Te vas a suscribir, vas a ir unos años y luego vas a volver. Vamos a tener que volver a la universidad para reactualizarnos, diversificarnos y reinventarnos. Se acabó eso de la educación universitaria como una cosa de la juventud”.
Pablo Rossi: Sumergido en este mundo tan apasionante que has tratado de sintetizar, ¿cómo ves nuestro país?
Andrés Oppenheimer: “Creo que este país tiene una gran oportunidad. Va a estar menos golpeado por esto que México, por ejemplo. México depende mucho más de la manufactura que Argentina. Pero va a estar golpeado. Va a haber un problema muy serio y muy pronto. Creo que uno de las grandes posibilidades de Argentina es el turismo. Genera mucho empleo y Argentina tiene una población relativamente amigable al turismo. Ni hablar de las bellezas naturales que tenemos, increíblemente desaprovechadas. El potencial de Argentina es muchísimo mayor del que se está usando ahora. España vive del turismo. Argentina está a años luz. Argentina va a estar menos golpeada que México y que China, pero va a estar más golpeada que Estados Unidos. Pero hay muchas cosas que se pueden hacer. Argentina tiene una gran reserva de gente creativa. Estamos trabajando cada vez menos, vamos a tener cada vez más tiempo para el ocio. Y ahí Argentina tiene una veta muy interesante. Eso, en el mundo que se viene, va a ser una reserva muy importante”.
Pablo Rossi: Recién me contabas con lo que te pasó con el sindicato de Gastronómicos de Las Vegas.
Andrés Oppenheimer: “El sindicato de Gastronómicos de Las Vegas amenazaron con irse a la huelga ahora por los robots porque cada vez más hoteles están teniendo robots para llevar el desayuno a tu habitación o para hacer los cócteles. No amenazaron con irse a la huelga exigiendo que los hoteles dejen de usar los robots. Amenazaron con ir a la huelga exigiendo que los hoteles les den entrenamiento a todos los trabajadores que sean desplazados por los robots. Y a eso vamos porque esto va a ser imparable. Tratar de pararlo, podrán pararlo por seis meses. Pero a la larga es imparable. Son fuerzas imparables”.
Pablo Rossi: Además esto le ha pasado a empresas que estuvieron en el podio de las más importantes.
Andrés Oppenheimer: “Vamos a tener un problema de desempleo tecnológico, Pablo. Vamos a un mundo en que las grandes empresas emplean y van a emplear cada vez menos gente”.
Pablo Rossi: ¿Cuáles son los trabajos que peligran más?
Andrés Oppenheimer: “Según me dijeron los investigadores, ellos tienen una lista de 700 trabajos que van desde manicura hasta físico nuclear. Y entre los trabajos que ellos citan como con más posibilidad de desaparecer son los mozos de los restaurantes, los recepcionistas, los camioneros, los guías de turismo, los vendedores, las agencias de turismo. En la segunda parte del libro, donde hablo de los trabajos del futuro, hablo de las decenas de nuevas oportunidades de trabajo que se van a crear que hoy son inimaginables. Los periodistas ya estamos perdiendo. En Estados Unidos en los últimos 10 años el número de periodistas cayó un 38%. En el libro, en el capítulo de los periodistas, entrevisté al director de innovación del Washington Post que en las elecciones que se vienen ahora, las legislativas, van a escribir todos los artículos de las contiendas políticas locales un robot. Siempre va a haber periodistas. Va a haber columnistas, va a haber el opinador, el periodista investigativo. Un algoritmo no te va a hacer lo que hizo Diego Cabot. Y al mismo tiempo, los restaurantes, los hoteles y los negocios van a tener que tener su periodista para contar su historia. Y la gente va a tener tarjetas de presentación virtual. Yo describo al final del libro las 10 áreas de los trabajos del futuro y cada una de esas áreas tiene una infinidad de posibilidades”.
Pablo Rossi: Hoy nos preguntábamos si en la historia que se va a escribir dentro de poquito la Argentina va a pasar con este episodio de los cuadernos a un episodio más como de dictadores africanos que se robaron prácticamente un PBI de su país. El nivel de saqueo que vivió la Argentina, ¿cómo el puede impactar?
Andrés Oppenheimer: “Espero que el impacto sea grande. Y me parece increíble que se diga que todos los políticos roban. Yo no escuché de nadie que haya hablado de maletas con 60 millones de dólares en departamentos de Macri. Esta gente ideó un monumento a la corrupción. Así como los países tienen monumentos para Nunca Más, habría que hacer un monumento a las valijas, a las bolsas para que la gente no se olvide. Esto es inaudito. No lo ví nunca en Argentina, jamás. Todo el mundo sabía que era un gobierno corrupto. Pero estos niveles de saqueo yo no los ví nunca. Ojalá este país cree un museo de la memoria del gobierno kirchnerista. Yo creo que sería muy bueno. Yo en mi columna del fin de semana escribí sobre la Argentina y decía que una de las cosas que creo que hay que hacer para reducir la corrupción es reducir el dinero en efectivo. En Europa están eliminando los billetes de 500 euros para combatir la corrupción, el lavado de dinero y la evasión impositiva. Para que ya nunca más algunos políticos puedan saquear al país como han saqueado estos”.
Agosto 16, 2018
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